Actividad para trabajar en clase con primer año
Cuenta una leyenda (tamaño 18, color rojo, alineación centrada, título
subrayado y negrita)
Había una vez un virtuoso carpintero ruso
llamado Serguei, que se ganaba la vida tallando los
más hermosos objetos de madera: instrumentos musicales, juguetes…
Todas las semanas, se enfrentaba al frío del bosque para buscar
madera y así construir nuevos objetos. La mañana que le tocaba
salir para recolectar material, se encontró todo el campo cubierto
de una gruesa capa de nieve. La noche había sido cruenta, y el
carpintero rezó para que la fortuna le sonriera. Sin embargo, toda
la madera que encontraba en su camino estaba húmeda, y tan sólo le
servía para calentarse al fuego.
Abatido por el cansancio, decidió retornar a su
hogar y probar suerte al día siguiente. Cuando se disponía a dar
media vuelta, le llamó la atención un bulto que sobresalía de un
árbol. Al acercarse, comprobó que se trataba de un trozo de madera
espléndido, el más bello que había visto en su vida. Presto como
el rayo, regresó a su estudio, pero tardó varios días en decidir
qué tallar. Finalmente, se decidió e ideó una preciosa muñeca.
Era tan bonita, que convino no venderla sino
quedársela para que le hiciera compañía. “Te llamaré
Matrioska“, dijo a la inerte figura. Cada
mañana, al levantarse se dirigía a su única compañera: “buenos
días, Matrioska”. Un día, ésta le respondió: “buenos días,
Serguei”. El carpintero se sorprendió, pero en vez de sentir
miedo, se sintió feliz por tener alguien con quien hablar.
Al tiempo, el carpintero percibió que Matrioska
estaba triste y le preguntó qué le ocurría. Ésta le contestó que
veía cómo todo el mundo tenía un hijo o hija, y que ella anhelaba
tener uno. “Tendré que abrirte y sacar madera de ti, y eso será
muy doloroso”, le contestó Serguei. A lo que ella le replicó: “En
la vida, las cosas importantes requieren de pequeños sacrificios”.
Y ni corto ni perezoso, éste talló una réplica, más pequeña, y
la llamó Trioska. Ya no sentiría sola.
Pero el instinto maternal se apoderó también de
Trioska y Serguei accedió a que ésta también tuviera una hijita.
Esta vez se llamaría Oska. Pero Oska también
quería descendencia. El carpintero comprobó que apenas quedaba
madera dentro de Oska, como mucho podría haber una muñequita más.
Tras reflexionar, talló un muñeco diminuto -al que bautizó como
Ka- con bigotes, lo puso frente al espejo y le dijo: “eres un
hombre no puedes tener hijos”.
Entonces, metió a Ka dentro de Oska. A Oska
dentro de Trioska y a Trioska dentro de Matrioska. Un día,
misteriosamente, Matrioska desapareció con toda su familia dentro.
Serguei quedó desolado.
*Nota:
este artículo está inspirado en un cuento ruso escrito por Dimiter
Inkiow,
un poeta búlgaro. Sin embargo, las Matrioskas tienen su origen real
en Japón, aunque en Rusia
ya existía la tradición de meter cosas dentro de otras.Publicado
en: Leyendas
para niños
Texto en color rojo,
alineación centrada, ubicar una imagen al finalizar el trabajo sobre
la Matrioska.
En Insertar –
Encabezado agregar nombre y apellido. En color azul y centrado.
Todo el texto con
sangría de primera linea, de un cm. El texto consta de 6 párrafos,
el primer párrafo usa color rojo, interlineado 1,5, tamaño 16.
Segundo párrafo,
color verde, tamaño de letra 14, color de fondo gris, y cursiva.
Tercer párrafo,
color azul tamaño de letra 20, color de fondo amarillo claro y
negrita.
Cuarto párrafo,
color marrón, tamaño 18, todo el párrafo subrayado con color rojo.
Quinto y sexto
párrafo selecciona usted color, tamaño de letra, interlineado
doble.